Reciclado: hay avances en la separación en origen pero aún falta dar tratamiento

2022-05-29 00:42:51 By : Mr. William Wang

“Reciclar” es una palabra muy utilizada en los tiempos actuales, en los que la basura se ha convertido en un problema a nivel global. Los municipios de la región vienen avanzando en las tareas de separación de residuos en origen, la logística de recolección y posterior venta o entrega para que sean reutilizados, ya que ahí está el déficit en la mayoría de los casos. Las experiencias de Laboulaye, Sampacho y San Basilio.

Todo se transforma: San Basilio

En marzo del año pasado iniciaron con el programa de "Buenas Prácticas Ambientales" junto con alumnos del Instituto Secundario Juan Bautista Alberdi. “Tenemos distribuidos estratégicamente puntos verdes en nuestra localidad donde los vecinos llevan envases de vidrio, plásticos, aluminios y recientemente sumamos contenedores ‘corazón’ donde se depositan tapas plásticas”, explicó Ricardo Javier Rivetti, secretario de Gobierno y Servicios municipales de San Basilio.

En un primer momento, empezaron con dos puntos verdes y ahora están por inaugurar tres más, lo que sumaría un total de doce espacios distribuidos en la localidad para que los vecinos y vecinas acerquen los residuos correspondientes. Como no realizan el tratamiento de estos materiales, lo que hacen es acopiarlo y luego venderlos en Río Cuarto.

Un aspecto novedoso es que decidieron implementar los puntos verdes móviles para ser colocados en la puerta –por ejemplo- de salones de eventos los fines de semana. De esta manera, la Municipalidad lleva los contenedores y los retira el lunes con los materiales separados.

Así como las escuelas tienen sus propios puntos verdes, los dos supermercados de San Basilio también. “Hacemos campañas en redes sociales para generar concientización y machacar con que el ambiente es la casa común de todos y si entre todos no lo cuidamos vamos a tener problemas”, señaló el funcionario.

Además del recupero de los materiales clásicos, San Basilio tiene convenios con distintas empresas que permiten hacer un recupero de neumáticos (la empresa Holcim de Malagueño los recibe), aceite de cocina utilizado en casas de familias y restaurantes y aceites de motor que se acopian en talleres y lubricentros y luego son recolectados por una empresa de Córdoba. También hacen campañas para reciclar papel dos o tres veces al año, juntan pilas y residuos electrónicos.

“Hay participación de la gente porque les sacás el problema de encima”, expresó Rivetti.

-¿Qué hacen con el dinero que generan las ventas de algunos residuos?

-El dinero está en un pozo, la idea es ver si se puede comprar una herramienta para empezar a procesar algún material. Una idea sería comprar moledora de vidrio, que por ahí es la más barata y si entregás el vidrio ya molido te pagan más. Además, generaría una fuente de trabajo.

Otro aspecto que destaca el secretario de Gobierno es que, si bien actualmente toda la basura que generan en San Basilio es procesada en Coronel Moldes, gracias a las acciones de reciclado, se nota que el cargamento que envían es menor. Y quizá, más adelante, esto ayude también a pagar menos por el tratamiento de los residuos sólidos urbanos que envían a la vecina localidad.

De la casa al vivero: Laboulaye

El Municipio de Laboulaye desarrolló junto con las escuelas de la localidad el programa “Escuelas recicladoras”, mediante el cual logran la separación en origen de plástico, aluminio y vidrio. Luego lo envían para su reciclaje a Buenos Aires.

Pero no solo se ocupan de residuos inorgánicos, sino también de lo orgánico. “Hacemos un gran trabajo de concientización de separación de residuos orgánicos en los hogares y también con las dependencias municipales que preparan comidas, como la guardería o el asilo de ancianos. Hicimos una capacitación para que vean qué tienen que separar”, explicó Diana Fresco, directora de Ambiente de Laboulaye.

La funcionaria comentó que al principio “costó que las familias se sumaran”, por eso insistieron en las escuelas, ya que “los niños son los mejores receptores”.

Una o dos veces por semana pasan a recolectar los orgánicos que son llevados al vivero municipal para hacer un compostaje y posterior venta de tierra. En total hay once personas en el vivero, abocadas a diferentes tareas, y en particular hay una pareja que se dedica al tema compost.

Actualmente, las instituciones educativas son las que más apoyan. “Hay dos jardines y una escuela primaria que están haciendo compostaje y tienen el proyecto de armar un lombricario con el comedor”, explicó.

Una forma de motivar la participación de la comunidad educativa en el reciclaje es mediante una competencia en la que la gana la escuela más recicladora. “Les damos un premio y una placa y tienen la posibilidad de desarrollar un proyecto ambiental para el año siguiente”.

Por otro lado, en la Cooperativa Granjera, que es un espacio a donde asisten todas las escuelas primarias, “ya vienen trabajando también con lombricompuesto”, añadió.

Además, en las plazas y otros lugares estratégicos colocaron puntos verdes por donde pasan a recolectar. Luego personal de la Municipalidad realiza los fardos y envían a los centros de reciclaje.

“Día a día la gente se engancha y toma conciencia. Lo noto en los puntos verdes, porque la gente empezó a separar bien. Además, me invitan las escuelas para comentar lo que hacemos en el Municipio y veo que los chicos lo tienen muy incorporado. Esta semana estuvimos en la guardería mostrando un video y dejamos unos tachos para que separen plástico del aluminio. Queremos que todos tomen conciencia”, finalizó.

En cuanto a otro tipo de residuos, en abril firmaron un convenio con la empresa Worm para entregarle neumáticos y que ellos los reciclen. “Hicimos contrato y empezamos a acopiar. Las gomerías fueron acercando sus neumáticos fuera de uso y de esa manera resolvimos una problemática, ya que estaban tirados en el basural a cielo abierto con los peligros que conlleva”, dijo la funcionaria.

Entusiasmo: el caso de Sampacho

“El 80% de los materiales que se generan en las viviendas, centro educativos o comercios lo estamos ubicando”, dijo Martín Bori, responsable del área de Ambiente de Sampacho.

Si bien en la localidad solo hay un centro de acopio y separación, la inquietud por incorporar cada vez más un elemento para ser recuperado se nota en las distintas campañas que están llevando adelante.

“Hace años que venimos trabajando con esto, la gente tiene otra mentalidad respecto al cuidado del ambiente, obvio que cuesta, es un trabajo de hormiga, pero estos años fuimos mejorando y la gente se va sumando y entusiasmando. Se mueve bien el recupero de materiales”, explicó.

Sumado a las campañas clásicas de separación en origen de papel, cartón, vidrio, y plásticos, cada tres o cuatro meses hacen campaña de recupero de residuos electrónicos y envían neumáticos a reciclar.

Un proyecto particular desarrollan con las pilas: construyen bancos y los colocan en espacios públicos, con una identificación donde indica la cantidad cantidad de litros de agua que se van salvando gracias al encapsulado.

“Los materiales se llevan a la planta, se clasifican, se procesan y se venden a distintas empresas de Córdoba, Rosario, Santa Fe, Mendoza, San juan. Se van a plantas donde hacen el reciclado final, donde realmente procesan y vuelven a transformar esos materiales”, expresó el funcionario.

“El dinero que se obtiene de las ventas es para mejorar para el sistema de recupero, invertir en campañas de publicidades y generar un incentivo para los que trabajan en el área de reciclado. Eso hace que se perpetúe el trabajo”, dijo.

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