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Pan. / A. L. Simon Martin/ Fotolia

«Más largo que un día sin pan», seguro que te suena esta expresión tan utilizada en España, y es que rara vez falta en un hogar español este conocido alimento. Incluso se considera sagrado acompañar algunas comidas con pan. Las personas suelen comprar pan a diario, pero no todo el mundo quiere comerlo cuando se pone duro. Antes de que se ponga duro el mejor método utilizado es congelarlo, pero existen una serie de pasos para hacerlo correctamente. También es cierto que existen muchas alternativas para utilizar el pan duro pero congelar pan resulta muy útil, ya que puedes tenerlo disponible para el día que lo necesites.

Lo primero que debes tener en cuenta es que puedes congelar cualquier tipo de pan, ya sea en barra, integral, panecillos, pan de molde, etc. Pero a la hora de hacerlo debes seguir algunas recomendaciones para que cuando vayas a descongelarlo se mantenga en perfectas condiciones. Lo principal es que el pan sea congelado cuando todavía está fresco, así que debes dejar que se endurezca o el resultado puede asemejarse a una roca.

Antes de congelarlo es aconsejable que partas el pan, ahorrarás espacio en tu congelador y será mucho más práctico a la hora de descongelarlo. De esta forma, al congelar el pan en pequeñas porciones, podrás sacar la cantidad que necesites y no descongelarás más de la cuenta.

Es recomendable utilizar una bolsa de plástico apta para congelar, otra posibilidad es envolver el pan con papel de aluminio. Con este truco evitarás que este alimento tome el sabor de otros productos congelados o que entre en contacto con la escarcha que generan muchos electrodomésticos. No olvides poner la fecha en la que congelas el pan, así podrás consumir antes el que más tiempo lleve en el congelador.

Ahora que ya sabes los pasos para congelar correctamente el pan solo te queda descongelar el trozo que necesites para comer. Ya sea con el microondas, el horno o el tostador, al descongelar el pan no notarás que se trata de un alimento de hace días.