14 startups sostenibles que marcan tendencia en todo el mundo | FOTOGALERIAS | GESTIÓN

2021-12-28 07:57:59 By : Ms. Tina Gu

Crisp es un supermercado online que opera en los países bajos y que tiene la particularidad de que se ha especializado exclusivamente en productos frescos: frutas y verduras, pescados, quesos, vinos... todos cuidadosamente seleccionados para garantizar una cesta de la compra diaria de mucha calidad. El modelo de negocio se basa en no disponer de stock, ya que la mayoría de ellos son muy perecederos. Trabajan bajo demanda, adquieren los productos de pequeños proveedores locales y envían la compra a casa al día siguiente de realizar el pedido. Con esta fórmula tan sencilla y bajo la premisa de evitar también el desperdicio de alimentos se han hecho un sólido hueco en el mercado.

Sourceful es un proveedor de productos y servicios sostenibles para empresas que utiliza una herramienta basada en datos para ayudar a encontrar proveedores sostenibles y a escoger los más interesantes para cada negocio. Además, les ayuda a comparar con datos en tiempo real entre las distintas opciones disponibles en base al impacto de cada elección. También les proporciona servicios de almacenamiento para que puedan optimizar el espacio que emplean en su stock y se encarga de facilitar información para que no se queden nunca sin suministro, generando alertas cuando necesiten reponer materiales. Cierran el círculo con apoyo en el transporte garantizando que la pata final de toda la cadena de suministro sea también respetuosa con el medio ambiente.

A veces la oportunidad está en volver a los orígenes. sobre todo cuando se trata de productos de alimentación y frescos, como la leche. Con una vuelta al pasado en el producto (leche fresca y ecológica que se sirve en botellas de vidrio) pero con ayuda de la tecnología The Modern Milkman propone el consumo de lácteos saludables respetando el medio ambiente. Esta startup británica conecta a sus clientes con una red de lecherías locales y proveedores independientes para distribuir leche, té y café en envases retornables. The Modern Milkman se encarga de llevar los pedidos a domicilio, de recoger los envases utilizados y de limpiarlos para que se puedan reutilizar (hasta 25 veces), acabando así con los desechos plásticos.

Ya hemos hablado en el especial de sostenibilidad de este número sobre el terrible problema que suponen los residuos plásticos. Y la necesidad de buscar soluciones innovadoras al problema. rePurpose Global es una de ellas. Una plataforma de créditos de plástico para implicar a consumidores y empresas en la eliminación de estos residuos. La plataforma dispone de una herramienta para que tanto particulares como empresas puedan medir cuánto intervienen con su actividad en la contaminación por plásticos, y comprar créditos para reducirla. La idea es que cada persona y empresa financie, al menos, la recogida del volumen plástico con el que contamina. Los créditos se compran a un precio de 0,25 dólares por libra de la huella del cliente.

En lo que respecta a la sostenibilidad en alimentación, está habiendo una tendencia al desarrollo de productos líquidos convertidos en sólidos para reducir el uso de plásticos y las emisiones de CO2. Cápsulas de líquidos como las que propone la startup austriaca Waterdrop producidas con extracto de frutas y plantas naturales, sin azúcares añadidos y enriquecidas con vitaminas. Para obtener la bebida, basta con añadirle la cantidad necesaria de agua del grifo o filtrada. Con esta forma de comercializar las bebidas se ahorra un 98% del plástico que se emplearía para producirlas en formato líquido. El plástico de un tapón de una botella convencional equivale a 10 cubitos de esta. Los envases de Waterdrop, además, son reciclables.

La sostenibilidad en moda pasa por concienciar al consumidor para que invierta en productos más sostenibles y duraderos o para que comparta lo que consume, adaptando así la oferta a la demanda de cambio de armario constante. Y si en los últimos años hemos visto proliferar startups de venta de moda de segunda mano o de prendas de alquiler, ahora toca el turno al intercambio de moda entre particulares. Esa es la propuesta de Nuw, una red social que opera en Reino Unido e Irlanda para compartir ropa con personas cercanas. Y si dicen compartir es porque no es un Wallapop de venta entre particulares, sino que el modelo de negocio se basa en pagar una tarifa de intercambio para pedir prestada ropa al resto de la comunidad.

¿Qué mejor forma de deshacerse de los envases que acaben en nuestro estómago? Hemos visto antes propuestas como las pajitas comestibles para reducir el uso de plásticos y ahora esta tendencia se impone en los envases de alimentos y de comida para llevar como los que propone Notpla: envases para salsas, ensaladas y condimentos producidos con algas y plantas que se biodegradan en semanas, de forma natural o que se pueden comer. Ubicada en Londres, Notpla vende sus envases comestibles a particulares y empresas de eventos, a organizaciones deportivas y encuentros similares, en los que se consumen grandes cantidades de envases y en los que su recogida supone también un coste económico para los organizadores, además del coste ambiental.

Cuando hablamos de circularidad en alimentación casi siempre asociamos el uso de desechos a la producción de otros alimentos, pero a veces pueden tener aplicación en otros sectores. Por ejemplo, crear moda a partir de los desechos que genera la industria de cítricos. Y no cualquier moda, sino moda de lujo. La idea es de la firma italiana Orange Fiber que ha conseguido convertir sus telas en objeto de deseo de las marcas de lujo preocupadas por el medio ambiente. Tienen su base en Sicilia, donde vieron de primera mano el problema que suponía para el planeta la eliminación de los subproductos procedentes de la industria de cítricos, además del elevado coste económico. Han desarrollado una tecnología capaz de procesas la celulosa de los cítricos y crear un sistema de producción basado en la transparencia y la trazabilidad de toda la cadena.

Más innovación en envases para reducir el uso de plásticos. Pero con una propuesta radicalmente diferente. La británica Caulibox propone un sistema de recogida y lavado de envases de comida para llevar procedente de restaurantes y empresas de delivery. Trabajan con sus propios envases, recipientes duraderos que se pueden utilizar hasta 400 veces y sus principales clientes son oficinas, escuelas, hospitales, hoteles, restaurantes y tiendas de alimentación. El modelo de negocio está solo en recoger y lavar los envases, su plataforma centraliza las peticiones de comida de los clientes registrados, se encarga de enviar la comida y luego de recoger el envase. Un Glovo algo más sofisticado.

En el mercado hay muchas herramientas que ayudan a cuantificar la huella de las empresas en el planeta. Pero Upright aspira a convertirse en la herramienta clave para que consumidores e inversores puedan conocer el impacto real de las empresas en las que confían. De hecho, han firmado un acuerdo con el Nasdaq para cruzar sus datos con la información financiera y ayudar a los inversores en la toma de decisiones de impacto.

Otra startup que trabaja por la sostenibilidad en este caso proporcionando información sobre el impacto de nuestra cesta de la compra. Inoqo ofrece datos con base científica sobre lo que compramos en el supermercado. Y claro está, también ayuda a reducir ese impacto ofreciendo recomendaciones de productos alternativos a los comprados para ajustar o rebajar ese impacto. Desde su aplicación, el usuario puede definir sus metas y la startups le propone contenido personalizado con una capa de gamificación para alcanzar los objetivos propuestos.

Con el reto de la alimentación de laboratorio hemos visto hasta ahora muchos productos revolucionarios, la mayoría buscando una carne lo más próxima posible a la de origen animal pero pocos han tratado de buscar soluciones similares para pescados. Revo Foods se ha especializado en esa línea y ofrece mariscos hechos a base de plantas. Para ello, han desarrollado una tecnología basada en 3D Food Printing que reproduce la textura y la apariencia de los mariscos. En el proceso de fabricación intervienen ingredientes naturales como proteínas de guisantes, extractos de algas y fibras dietéticas equilibrando así tanto el sabor como la aportación nutricional.

Una maquinilla de afeitar no parece una gran oportunidad de negocio a estas alturas y, sin embargo, Estrid ha conseguido encontrar un hueco en el mercado con una propuesta de maquinillas específicamente para mujeres, fabricadas de forma sostenible y con un estándar de calidad muy alto: diseño ergonómico y cinco hojas de afeitar impregnadas con manteca de cacao, aloe vera y manteca de karité. Una propuesta que está dando que hablar en los países nórdicos con un modelo de negocio basado en la suscripción para generar recurrencia con sus clientas.

Está más que claro que toda propuesta que ayude a evitar el desperdicio de alimentos es una oportunidad de negocio. Y la idea que ha desarrollado Fiksu Ruoka es más que brillante: llevarnos hasta nuestras casas alimentos que están a punto de caducar. Es algo así como una fusión entre el servicio de To good to go y Glovo. Como To Good to go, ofrece alimentos a punto de caducar con precios rebajados pero acierta muchísimo al facilitar al cliente el acceso a la comida llevándola a casa, lo que puede impulsar muchísimo esta forma de consumir alimentos. Otra novedad respecto a otras aplicaciones del estilo es que también ha empezado a vender artículos para el hogar y ropa.

FOTOGALERÍA. Algunas de estas startups sostenibles trabajan con conceptos que ya conocemos pero les han dado una pequeñas vuelta de tuerca. Otras, son absolutamente rompedoras, como las bebidas en cubitos para hacer el consumo de líquidos más sostenible o los mariscos hechos de plantas. Echa un vistazo porque seguro que muchas te van a enamorar como consumidor o como emprendedor para seguir sus pasos, según el portal Emprendedores.

Crisp es un supermercado online que opera en los países bajos y que tiene la particularidad de que se ha especializado exclusivamente en productos frescos: frutas y verduras, pescados, quesos, vinos... todos cuidadosamente seleccionados para garantizar una cesta de la compra diaria de mucha calidad. El modelo de negocio se basa en no disponer de stock, ya que la mayoría de ellos son muy perecederos. Trabajan bajo demanda, adquieren los productos de pequeños proveedores locales y envían la compra a casa al día siguiente de realizar el pedido. Con esta fórmula tan sencilla y bajo la premisa de evitar también el desperdicio de alimentos se han hecho un sólido hueco en el mercado.

Sourceful es un proveedor de productos y servicios sostenibles para empresas que utiliza una herramienta basada en datos para ayudar a encontrar proveedores sostenibles y a escoger los más interesantes para cada negocio. Además, les ayuda a comparar con datos en tiempo real entre las distintas opciones disponibles en base al impacto de cada elección. También les proporciona servicios de almacenamiento para que puedan optimizar el espacio que emplean en su stock y se encarga de facilitar información para que no se queden nunca sin suministro, generando alertas cuando necesiten reponer materiales. Cierran el círculo con apoyo en el transporte garantizando que la pata final de toda la cadena de suministro sea también respetuosa con el medio ambiente.

A veces la oportunidad está en volver a los orígenes. sobre todo cuando se trata de productos de alimentación y frescos, como la leche. Con una vuelta al pasado en el producto (leche fresca y ecológica que se sirve en botellas de vidrio) pero con ayuda de la tecnología The Modern Milkman propone el consumo de lácteos saludables respetando el medio ambiente. Esta startup británica conecta a sus clientes con una red de lecherías locales y proveedores independientes para distribuir leche, té y café en envases retornables. The Modern Milkman se encarga de llevar los pedidos a domicilio, de recoger los envases utilizados y de limpiarlos para que se puedan reutilizar (hasta 25 veces), acabando así con los desechos plásticos.

Ya hemos hablado en el especial de sostenibilidad de este número sobre el terrible problema que suponen los residuos plásticos. Y la necesidad de buscar soluciones innovadoras al problema. rePurpose Global es una de ellas. Una plataforma de créditos de plástico para implicar a consumidores y empresas en la eliminación de estos residuos. La plataforma dispone de una herramienta para que tanto particulares como empresas puedan medir cuánto intervienen con su actividad en la contaminación por plásticos, y comprar créditos para reducirla. La idea es que cada persona y empresa financie, al menos, la recogida del volumen plástico con el que contamina. Los créditos se compran a un precio de 0,25 dólares por libra de la huella del cliente.

En lo que respecta a la sostenibilidad en alimentación, está habiendo una tendencia al desarrollo de productos líquidos convertidos en sólidos para reducir el uso de plásticos y las emisiones de CO2. Cápsulas de líquidos como las que propone la startup austriaca Waterdrop producidas con extracto de frutas y plantas naturales, sin azúcares añadidos y enriquecidas con vitaminas. Para obtener la bebida, basta con añadirle la cantidad necesaria de agua del grifo o filtrada. Con esta forma de comercializar las bebidas se ahorra un 98% del plástico que se emplearía para producirlas en formato líquido. El plástico de un tapón de una botella convencional equivale a 10 cubitos de esta. Los envases de Waterdrop, además, son reciclables.

Una propuesta loca que gusta ya a un millón de consumidores de Europa y EEUU y con la que aspira a facturar a finales de este año 80 millones de euros.

La sostenibilidad en moda pasa por concienciar al consumidor para que invierta en productos más sostenibles y duraderos o para que comparta lo que consume, adaptando así la oferta a la demanda de cambio de armario constante. Y si en los últimos años hemos visto proliferar startups de venta de moda de segunda mano o de prendas de alquiler, ahora toca el turno al intercambio de moda entre particulares.

Esa es la propuesta de Nuw, una red social que opera en Reino Unido e Irlanda para compartir ropa con personas cercanas. Y si dicen compartir es porque no es un Wallapop de venta entre particulares, sino que el modelo de negocio se basa en pagar una tarifa de intercambio para pedir prestada ropa al resto de la comunidad.

¿Qué mejor forma de deshacerse de los envases que acaben en nuestro estómago? Hemos visto antes propuestas como las pajitas comestibles para reducir el uso de plásticos y ahora esta tendencia se impone en los envases de alimentos y de comida para llevar como los que propone Notpla: envases para salsas, ensaladas y condimentos producidos con algas y plantas que se biodegradan en semanas, de forma natural o que se pueden comer.

Ubicada en Londres, Notpla vende sus envases comestibles a particulares y empresas de eventos, a organizaciones deportivas y encuentros similares, en los que se consumen grandes cantidades de envases y en los que su recogida supone también un coste económico para los organizadores, además del coste ambiental.

Cuando hablamos de circularidad en alimentación casi siempre asociamos el uso de desechos a la producción de otros alimentos, pero a veces pueden tener aplicación en otros sectores. Por ejemplo, crear moda a partir de los desechos que genera la industria de cítricos. Y no cualquier moda, sino moda de lujo. La idea es de la firma italiana Orange Fiber que ha conseguido convertir sus telas en objeto de deseo de las marcas de lujo preocupadas por el medio ambiente.

Tienen su base en Sicilia, donde vieron de primera mano el problema que suponía para el planeta la eliminación de los subproductos procedentes de la industria de cítricos, además del elevado coste económico. Han desarrollado una tecnología capaz de procesas la celulosa de los cítricos y crear un sistema de producción basado en la transparencia y la trazabilidad de toda la cadena.

Más innovación en envases para reducir el uso de plásticos. Pero con una propuesta radicalmente diferente. La británica Caulibox propone un sistema de recogida y lavado de envases de comida para llevar procedente de restaurantes y empresas de delivery. Trabajan con sus propios envases, recipientes duraderos que se pueden utilizar hasta 400 veces y sus principales clientes son oficinas, escuelas, hospitales, hoteles, restaurantes y tiendas de alimentación.

El modelo de negocio está solo en recoger y lavar los envases, su plataforma centraliza las peticiones de comida de los clientes registrados, se encarga de enviar la comida y luego de recoger el envase. Un Glovo algo más sofisticado.

En el mercado hay muchas herramientas que ayudan a cuantificar la huella de las empresas en el planeta. Pero Upright aspira a convertirse en la herramienta clave para que consumidores e inversores puedan conocer el impacto real de las empresas en las que confían. De hecho, han firmado un acuerdo con el Nasdaq para cruzar sus datos con la información financiera y ayudar a los inversores en la toma de decisiones de impacto.

Otra startup que trabaja por la sostenibilidad en este caso proporcionando información sobre el impacto de nuestra cesta de la compra. Inoqo ofrece datos con base científica sobre lo que compramos en el supermercado. Y claro está, también ayuda a reducir ese impacto ofreciendo recomendaciones de productos alternativos a los comprados para ajustar o rebajar ese impacto. Desde su aplicación, el usuario puede definir sus metas y la startups le propone contenido personalizado con una capa de gamificación para alcanzar los objetivos propuestos.

Con el reto de la alimentación de laboratorio hemos visto hasta ahora muchos productos revolucionarios, la mayoría buscando una carne lo más próxima posible a la de origen animal pero pocos han tratado de buscar soluciones similares para pescados. Revo Foods se ha especializado en esa línea y ofrece mariscos hechos a base de plantas. Para ello, han desarrollado una tecnología basada en 3D Food Printing que reproduce la textura y la apariencia de los mariscos. En el proceso de fabricación intervienen ingredientes naturales como proteínas de guisantes, extractos de algas y fibras dietéticas equilibrando así tanto el sabor como la aportación nutricional.

Una maquinilla de afeitar no parece una gran oportunidad de negocio a estas alturas y, sin embargo, Estrid ha conseguido encontrar un hueco en el mercado con una propuesta de maquinillas específicamente para mujeres, fabricadas de forma sostenible y con un estándar de calidad muy alto: diseño ergonómico y cinco hojas de afeitar impregnadas con manteca de cacao, aloe vera y manteca de karité. Una propuesta que está dando que hablar en los países nórdicos con un modelo de negocio basado en la suscripción para generar recurrencia con sus clientas.

Está más que claro que toda propuesta que ayude a evitar el desperdicio de alimentos es una oportunidad de negocio. Y la idea que ha desarrollado Fiksu Ruoka es más que brillante: llevarnos hasta nuestras casas alimentos que están a punto de caducar. Es algo así como una fusión entre el servicio de To good to go y Glovo. Como To Good to go, ofrece alimentos a punto de caducar con precios rebajados pero acierta muchísimo al facilitar al cliente el acceso a la comida llevándola a casa, lo que puede impulsar muchísimo esta forma de consumir alimentos.

Otra novedad respecto a otras aplicaciones del estilo es que también ha empezado a vender artículos para el hogar y ropa.

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