Hielo: los ocho errores que más cometes

2021-10-26 02:22:24 By : Mr. Jake Wu

En pleno verano el hielo se convierte en un elemento indispensable en tu casa. Cócteles, tinto de verano, un refresco bien frío… Nunca se sabe cuándo vas a necesitar un buen cubito a mano. Cada español consume 10 kilos de hielo al año, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Hielo Alimentario.

Hay quien prefiere hacerlo a su gusto en casa, para ahorrarse el dinero y el peso que supone comprarlo en supermercados o gasolineras. Otros eligen la calidad y el tamaño de ese hielo industrial. Tanto en un caso como en otro, cometemos errores muy a menudo. Los repasamos para poder evitarlos y conseguir así el cubito casi perfecto. Toma nota.

Usar agua del grifo para tus cubitos no es buena idea: el resultado son hielos blanquecinos, lechosos. Siempre será mejor utilizar agua mineral o de ósmosis. “Un mal hielo, blanquecino, puede contener impurezas –sales que contiene el agua del grifo- que se van deshaciendo y con la presión de la burbuja, el alcohol nos sube rápidamente a la cabeza”, apuntaba a Comer Javier de las Muelas, barman y fundador del mítico Dry Martini.

“El hielo ha de estar conservado lejos de otros olores”, nos explicaba Mar Calpena -periodista, bartender y profesora de coctelería en CETT-UB-, hablando de cómo hacer un gin-tonic perfecto. Hay que tener en cuenta, pues, que si hacemos hielo en el congelador de casa, el resto de alimentos deben estar bien tapados y separados. Cuanto más lejos estén las cubiteras de los pescados u otras comidas que puedan desprender olor, mejor.

También es importante el tipo de molde que usemos para hacer el hielo. La silicona siempre es una mejor opción que el plástico o metal rígido, ya que se desmolda mejor y el momento de sacar el cubito es menos agresivo para el hielo.

Otro de los factores principales para preparar hielo en casa es la higiene de las cubiteras o recipientes donde hagas el hielo. Para que los cubitos no cojan olores ni sabores desagradables, debes desinfectarlas bien después de cada uso. Si tienes lavavajillas, mejor.

Además, es conveniente usar recipientes que siempre utilices para lo mismo, es decir para hacer hielo, no para conservar otras cosas. Poner agua a congelar en el táper donde congelas también carne o verduras no es lo más adecuado.

Normalmente rellenamos con agua a temperatura ambiente los moldes de las cubiteras y las metemos directamente en el congelador. Pero si queremos que quede un hielo compacto y transparente que no se deshaga enseguida al echarlo en un líquido, debemos hervir antes el agua. Como comentaba el coctelero Javier Caballero a Comer, “de este modo el oxígeno se escapará y evitaremos los defectos e impurezas que pueden producirse al congelar”.

Los mejores resultados los tendrás si congelas el agua todavía caliente; aunque puede que no sea lo más apropiado para el electrodoméstico. De esta forma, el hielo quedaría perfecto y además los cubitos se harían mucho antes. El motivo es el llamado efecto Mpemba, un fenómeno de la congelación gracias al cual el hielo se forma antes de la diferencia de temperatura entre el líquido y el congelador es muy alta. Lo ha estado investigando un equipo de la Universidad Carlos III de Madrid, la de Extremadura y la de Sevilla.

El gin espera (o el refresco del niño) y el calor aprieta. Y nos dejamos llevar por la impaciencia: metemos la cubitera bajo el chorro de agua del grifo, mirando hacia abajo, y esperamos que los cubitos salgan solos. Es un gran error, ya que con esto haremos que el hielo empiece a deshacerse antes, y aguará antes de nuestra bebida.

Se aconseja lavar bien y secar la bolsa de hielos que compras en el supermercado o gasolinera, antes de abrirla y comenzar a extraer los cubitos. Es un error no hacerlo, porque se puede haber ensuciado en los transportes y manipulaciones que ha sufrido, y esa suciedad puede pasar también a los cubitos.

Es habitual que los cubitos que compramos embolsados ​​en supermercados y gasolineras, tengan un agujero en el centro. Esto es un error. Optemos por cubitos compactos, sin estos agujeros. Según explicaba Albert Adrià en la presentación del Bacardi Innovation Lab –centro de innovación en la cocteleria, “si el líquido entra dentro erosiona el hielo a más velocidad”.

El hielo se compone de agua, y si la calidad de esta agua no es buena o tiene bacterias, se pueden desarrollar enfermedades después de su consumo. Ya sabes que, si viajas a países donde no se recomienda el consumo de agua del grifo a los visitantes, el hielo se debe evitar absolutamente.

Entre las enfermedades que se pueden contraer por los microorganismos presentes en el agua están las gastroenteritis, fiebres tifoideas, salmonelosis, diarreas, disentería ... Hay algunos gráficos, como este, donde se puede consultar en qué países se puede tomar agua del grifo en cada continente, y en buscadores no.

© La Vanguardia Ediciones, SLU Todos los derechos reservados.