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Texto: Inés Martín Tiffon

Hace tan solo tres semanas que el club oscial exclusivo para mujeres, Juno House, abrió sus puertas (que, por cierto, son preciosas, igual que todo el edifico pintado en color rosa y frambuesa).

Como no, este proyecto está liderado por tres mujeres emprendedoras,  Natalia Batlle, Liana Knight Grieg y Eva Vila Massanas, que buscaban un “refugio urbano” donde poder compaginar la vida “personal y profesional”.  Batlle, de padre catalán y madre neoyorkina, confiesa que “la idea surgió hace tres años y está inspirada en Nueva York”.  Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech de The Room Studio, encargados de la reforma y el interiorismo, también han cruzado el charco (metafóricamente) para diseñar la zona de cócteles Club House, que imita la estética industrial tan característica de los locales del Soho.

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El modelo de negocio se basa en las socias, que ahora ascienden hasta las 300, sin contar la lista de espera de casi 1000 solicitudes. La buena acogida ha emocionado a las fundadoras, que sueñan con poder abrir más locales en un futuro.

Por ser una ciudad de vanguardia, un atractivo turístico mundial y una ciudad emprendedora, Barcelona ha sido la escogida para abrir el primero Juno House. Y no se han instalado en un espacio cualquiera, este club de mujeres esta hospedado en un edificio histórico de 1915, distribuido en dos partes, La Farinera (5 plantas dedicadas a potenciar el crecimiento, la conciliación familiar y el bienestar personal), y La Nave (más de 800 m2 destinados al desarrollo profesional, centro de negocios y networking).

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Al entrar en La Nave, la zona de recepción alberga una sala de espera y una tienda, dónde las socias del club pueden vender productos de sus empresas. Este espacio es un imprescindible para el desarrollo entre socias, aseguran desde Juno House.

Los colores nude homogéneos han sido los escogidos para pintar las baldosas de las paredes y superficies y, además, se han introducido acabados ornamentales con formas redondas y sinuosas, pensando en la sensualidad de la mujer.

El Juno Café es el restaurante donde podremos disfrutar de una cocina de autor llena de recetas sabrosas, pero también, muy healthys. En The Room Studio han pensado hasta en el más mínimo detalle y por eso han diseñado una barra más ancha para el showcooking, con mesas y mobiliario hecho a medida. Los taburetes de Ondarreta y los apliques de The Room Living son los encargados de aportar el toque industrial y neoyorkino del que hablábamos antes.

La entrada y el restaurante están divididos por una escalera escultural de hierro, hecha de una sola pieza y revestida en blanco. Las curvas son protagonistas de todos los espacios, pero esta escalera es la máxima representante de la tendencia “bold”.

En la parte central de Juno House encontramos una zona polivalente con un escenario en el centro, perfecta para el descanso, pero también para celebrar eventos, conferencias o conciertos. Detrás del escenario, un mural diseñado a medida y en exclusiva para Juno hace un guiño a las formas redondeadas y suaves del espacio. Las butacas azules y los sillones terracota y mostaza crean una combinación de colores muy elegante y moderna.

La última sala es la biblioteca Juno, con una entrada en forma de arco que hace que la transición a este espacio sea diferente. Las estanterías están llenas de libros cedidos y dedicados por las socias durante una acción para celebrar el Día de la Mujer.

Nos trasladamos al edificio contiguo para entrar en La Farinera y nos encontrarnos con el Club House, destinado al ocio. Es el espacio que mejor representa la inspiración neoyorkina, con muebles de diseño, juegos de luces y diferentes ambientes. En la decoración, a cargo de Meritxell Ribé, no podían faltar marcas de primera categoría como Gubi, Ferm Living o Sancal.

En la segunda planta se ubica Little Juno, un espacio creado para los pequeños y no tan pequeños. Hay dos zonas diferenciadas con un gran sofá y un mobiliario hecho a medida, diseñado exclusivamente para los peques. En la pared se ubican espejos de formas dulces y una barra de ballet para diferentes actividades. Se dedica también un espacio para lactancia y el cuidado de los bebés. ¡Nos encantan las sillas y taburetes en forma de elefante de Hay!

Subimos al tercer piso para encontrarnos con Beauty Bar, pensado para el autocuidado de las socias. Entre los servicios se incluyen manicura, masajes, acupuntura y más. La zona queda dividida en dos a nivel pavimento y por una pared panelada que divide la zona de vestidores y sala de masajes.

En la última planta se encuentra Glow Studio, un estudio-boutique especializado en barra, pilates, yoga y clases de baile, sin olvidar la meditación o el cuidado pre y post natal. El espacio combina los ladrillos vistos de aire industrial, con textiles crudos, plantas y mucha madera, perfecto para un ambiente de desconexión.

Inés Martín Tiffon

Soy de las que les pica la nariz cuando una canción nos emociona. Soy de las que va a museos para ver solo los cuadros que ya conoce. Soy nostálgica por naturaleza, por eso, quizás, mis cantantes y personajes históricos favoritos murieron mientras yo nacía a finales de los 90. Soy una apasionada de los viajes sobre cuatro ruedas, en especial de las de mi camper amarilla. Soy de las que piensa que las palabras suenan mejor de tres en tres. Soy de las que saben animar y motivar, pero necesitan un empujoncito de alguien querido de vez en cuando. Y por último soy de las que sueña ver doscientas páginas firmadas con su nombre.

Periodista especializada en cultura e interiorismo, licenciada en Periodismo y Comunicación Corporativa en la URL Blanquerna y actual alumna del grado de Historia, Historia del Arte y Geografía en la UOC. 

Y como dice Serrat en la canción "El Poeta Halley" de Love of Lesbian "Y a brillar, que son dos sílabas"

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