“Todos vamos a terminar siendo calaveras del montón”: artesanos de catrinas | La Silla Rota

2022-07-29 17:51:37 By : Ms. Winni Lin

Cualquier persona o personaje puede ser convertido en calavera o en catrina, con la técnica de cartonería, explica Alejandra Martínez, artesana de Aguascalientes, la misma tierra donde nació el artista mexicano, José Guadalupe Posada.

“Puedes convertir en calavera cualquier personaje porque al final todos vamos a acabar, como decía Posada, en calaveras del montón. Entonces eso es lo que me gusta de hacerlas, rescatar esa esencia de la vida a través de la muerte”, expresa a La Silla Rota la hidrocálida, quien, acompañada de su esposo, realiza una catrina que simulará a la Garbancera que inmortalizó su paisano Posada.

El taller "Circo Volador" preserva la cartonería. (Foto: Marco Antonio Martínez)

Para ello, utiliza una estructura que puede ser de carrizo o alambre, engrudo, y para lo cual se arma de paciencia y creatividad. Además, a la calaca tilica y flaca le pondrá a lo largo de su vestido, mariposas, como homenaje a las creencias de los pueblos originarios, de que las ánimas de los muertos se convierten en esos insectos alados que cautivan la imaginación.

Alejandra Martínez forma parte de los artesanos que en el Circo Volador reciben asesoría de Irving Mondragón, maestro en cartonería.

“La finalidad es que la gente conozca más de la técnica en cartón, con carrizo para elaborar las estructuras, empapelarlas y darles un diseño propio”, dice Mondragón a La Silla Rota, en las instalaciones del antiguo cine Francisco Villa, sede del Circo Volador, a unos pasos de la estación del Metro La Viga, de la Línea 8.

Los artesanos utilizan carrizo, cartón, alambre y engrudo. (Foto: Marco Antonio Martínez)

La Garbancera fue creada por Posada, y simbolizaba a personas de origen indígena que vendían garbanzos y ocultaban su origen humilde, aparentando modales europeos. El grabado fue incluido en el mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda", pintado por "El Sapo", el famosísimo Diego Rivera.

“Es un elemento muy conocido e importante en la temporada de muertos. También se hacía referencia a una muerte fina y elegante con la idea de que no importa tu posición económica, al final de cuenta todos somos calaveras”.

En el caso de los talleres de cartonería, para la temporada de muertos, se imparten clases de 5 horas en octubre y cuyos trabajos finales serán parte de una exposición organizada por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México. Aunque la temática común es la Catrina, que es el esqueleto con vestido largo, estilizado y fino, cada equipo le da el toque que quiera, aclara el maestro.

Liz Trejo, quien trabaja en el Circo Volador, fundado por el sociólogo Héctor Castillo Berthier, recordó que el año pasado, debido a la pandemia de la covid-19, las labores del Circo Volador se llevaron en el exterior, por lo que la manufactura de las catrinas fue hecha en la banqueta aledaña, a unos pasos del Metro La Viga de la Línea 8. CATRINA CINEMATOGRÁFICA

Además del equipo de Alejandra, está el de Jimena García, Leticia Haromi y Juan Rosales Guerrero, quienes decidieron hacer una Catrina cinéfila. Lo decidieron así porque son estudiantes de la carrera de realización cinematográfica.

“Basándonos en eso vamos a hacer un homenaje a las películas que marcaron el terror en México”, dice Juan, que detrás suyo tiene a una Catrina aún sin pintar, con una estrella que le rodea la cabeza y en un brazo un rollo.

“Al sombrero que parece de la estatua de la Libertad se le van a hacer telarañas para cerrar el sombrero. El rollo es porque como ya no se graba en los de 35 milímetros., entonces es un homenaje a la experiencia de grabar en ese formato. En su vestido va a dar vuelta una tira de imágenes y también simulará la telaraña de su sombrero”.

Juan dice que como fan del rock y el metal ha ido a muchos conciertos en el Circo Volador, sigue su página de Facebook y ahí fue donde se enteró de la convocatoria para el taller e invitó a dos compañeras y aceptaron ser parte de su equipo.

Se trata de Jimena García y Leticia Haromi. La primera no oculta la emoción que le causa hacer una Catrina, con su cráneo de cuencas pelonas y sus brazos huesudos. “Qué mejor que hacerlas con nuestras manos y poniéndoles algo de nuestro mundo”.

Estudiantes de cine decidieron hacer una catrina cinematográfica. (Foto: Marco Antonio Martínez)

Su compañera Leticia expresa que ella ya había hecho una en la primaria “muy chafa, la verdad”, admite sin reparos. Entonces cuando Juan la invitó no dudó y aceptó entusiasmada, ya que siempre quiso volver a hacer otra Catrina.

Consultados sobre las películas más tenebrosas del cine mexicano, Juan responde que de las primeras hechas en México le gustan La llorona, Dos monjes, El fantasma del convento, Más negro que la noche, Veneno para las hadas, estas dos últimas del maestro del terror, Carlos Enrique Taboada, y Cronos, del ganador del Oscar Guillermo del Toro, la cual fue realizada completamente en México.

Por su parte su compañera Jimena García Mejía aporta el título de El Santo contra las momias.

En el antiguo cine Francisco Villa, sobre La Viga, el tiempo parece detenido. Aún se ve la antigua marquesina, los colores con que está pintado el vetusto cine son como eran los del cine original. Adentro, en lo que es la zona más alejada de la pantalla, hay butacas de madera sin acojinar, así como algunas figuras de diablos fuera de temporada pero que siempre llaman la atención, para la quema de Judas, en Sábado Santo.

En la parte de abajo las butacas ya fueron retiradas y en su lugar hay algunas sillas de plástico. Frente a la antigua pantalla, están equipos de personas que realizan Catrinas, con carrizo, cartón y engrudo, entre otros materiales. Buscan mantener la tradición de José Guadalupe Posada, y hacer sus propias versiones.

Además del equipo de Alejandra y de Juan, hay dos equipos más que trabajan en otras figuras, que hasta el viernes 22 de octubre estaban incompletas, algunas descabezadas, pero que para este fin des semana deben estar listas para una exposición. Mientras trabajan, todos usan cubrebocas, pues, aunque la Ciudad de México está en semáforo epidemiológico verde, y se han reducido los casos de contagios y decesos por la covid19, la pandemia no se ha ido. Todos terminaremos en calaveras, pero nadie lleva prisa. EL CLIMA ES IMPORTANTE

Alejandra Martínez comparte que ya ha hecho figuras y participado en otros talleres como de alebrijes, y sabe que como a los vivos, a las catrinas también les afecta el clima.

“Es un factor importante, ya que dependen mucho del sol, del viento, la humedad no ayuda mucho porque tiende a deformarse el papel. Estas tienen estructura de carrizo. También se puede hacer una estructura de alambre o de molde o combinar formas”, dice la experimentada artesana.

“La cartonería es una técnica muy particular de México. Se tiende a confundir con papel mache, pero en este caso se trabaja por capas, no por plastas de papel molido”, añade la originaria de Aguascalientes, y asentada en la capital mexicana desde hace tres años.

Además de las mariposas, la textura del cartón en su Catrina simula el paso del viento y la trenza y moños están inspirados en el peinado original de la Garbancera de Posada.

“Estoy muy acostumbrada a las catrinas porque soy de Aguascalientes. Allá tenemos el museo de Posada. Aún existe la casa donde nació y algunos de los textos y hojas voladoras están en el museo. Me emociona hacerlo, tenerlo en la mente y luego verlo plasmado y conjuntar la tradición como algo artístico, hacer una leyenda, de tu familia, de todo lo puedes llevar a ser algo tangible. Este lugar se ha vuelto un referente de cartonería y además tener un espacio para exhibir. Es lo necesario para que una técnica se mantenga”.